El demandante resultó herido cuando trepó por una baranda de seguridad y se bajó de un muro de contención sin una valla en la parte superior. Posteriormente, buscó daños y perjuicios al municipio demandado de Redding alegando que el muro era una molestia pública absoluta. El tribunal determinó que la respuesta del jurado a la primera interrogante, de que la condición era inherentemente peligrosa, era fatalmente incompatible con su respuesta a la tercera interrogante, de que el uso del terreno por parte del demandado no era razonable. Por lo tanto, otorgando al demandante un nuevo juicio.