El demandante resbaló y cayó en un charco en un pasillo de la tienda del demandado. Un empleado del demandado inspeccionó el pasillo cuarenta segundos antes de la caída y no notó ninguna agua en el suelo. El tribunal sostuvo que cuarenta segundos eran insuficientes como cuestión de ley para establecer que el demandado tenía conocimiento constructivo de la condición insegura.